domingo, 24 de junio de 2012

Blind Willie McTell-Bob Dylan


Dibujo hecho rápido para probar unos pinceles que me he descargado.
La letra es de una canción de Bob Dylan dedicada al músico de blues "Blind"Willie McTell, un grandísimo guitarrista de principios de siglo que, como su apodo indicada era "casi ciego".

Como todos los grandes músicos de blues a McTell también le acompañó una vida miserable y triste (debe ser algo que va con el pack), hasta que un día a finales de los 50 desapareció.
Comenzó a correr el rumor en los 60 de que había quien había visto al viejo Willie tocar en garitos de Georgia pero la verdad quedaba muy lejos del mito urbano; ya completamente ciego y arruinado el anciano músico murió víctima de una paliza en las calles en el año 1959 en la que le robaron lo único que le quedaba: su guitarra.

domingo, 10 de junio de 2012

¿Hacia donde vas a correr, pecador?

Rescue me
Oh take me in your arms
Rescue me
I want your tender charms
'Coz I'm lonely and I'm blue
I need you and your love too

rescue me

Llevo todo el día con Fontella Bass cantando en mi cabeza la que tiene pinta de ser nuestra banda sonora del fin de semana, “Rescue Me”.
Porque precisamente eso es lo que parece que España chille a Europa: rescatame.
Rescátame porque no sé gestionar los recursos.
Rescátame porque he echado más allá de mis fronteras a la gente cualificada.
Rescátame porque me veo incapaz de de pagar una deuda que ni siquiera he visto cómo se creaba.
Y cual caballero de brillante y nueva armadura, la noble Europa ha aparecido montada sobre su blanco corcel para rescatarnos de ese gran dragón llamado crisis que estaba a punto de devorarnos sin compasión.
Y ¿que és la crisis?¿de donde salió?¿como empezó?¿tiene alguien la culpa?

Quiero decir: cuando sales por ahí y oyes a la gente hablar de ella realmente la crisis parece eso; un enorme dragón venido de lo alto de una montaña milenaria que se ha posado sobre el país quemando todo el dinero con sus llamas verdosas sin que nadie pudiese hacer nada por evitarlo. Es simplemente “la crisis”.
¿Quien tiene la culpa del paro? la crisis.
¿De los recortes? la crisis.
¿De la quiebra de los bancos? la crisis.
…¿De la crisis?
Silencio.

Y ahí, a veces, oyes voces tímidas que van diciendo “las hipotecas americanas”, “la mala gestión del PP con la burbuja inmobiliaria”, “las ayudas innecesarias del PSOE y Zapatero en su última legislatura” (que sinceramente yo creo que ninguna ayuda es reprochable nunca, pero ese es otro tema).
Yo llevo meses viendo los toros tras la barrera (que expresión tan nuestra para estos graves momentos) oyendo y leyendo opiniones de lo más diversificadas sobre lo que ha ocurrido; que si sabían, que si no sabían, que si esto se solucionará, que no...y en todo este tiempo en que cada vez la bola era más gorda yo tenía claro que algo no me encajaba, hasta que un día ‘bum’ me topé con una frase dicha por un viejo ministro de economía austríaco y profesor de Harvard llamado Joseph Alois Schumpeter de forma accidental que puso en 5 palabras todo lo que yo entre veía, no sabía exactamente porqué:

“el capitalismo morirá de éxito”

Bonita frase, ¿verdad?
¿Qué diablos quiere decir?
Ahora iré a ello.
Hablemos primero de lo que ha supuesto la crisis en la economía a lo largo de los años, empezando por la más famosa de todas ellas: el llamado Crack del 29, que tuvo el pistoletazo de salida un “jueves negro” y la negrura se extendió durante más de un mes.
¿Porque hay crisis?

Porque el sistema produce y la gente compra; en el momento en que la gente deja de comprar el sistema no puede producir porque el mercado se satura, al aflojar el ritmo de producción se despiden empleados, cierran empresas, más gente tiene menos dinero por lo que puede comprar menos, y por consiguiente siguen cerrando empresas y despidiéndose trabajadores en un ciclo sin fin, que lo envuelve todo.
Parece una verdad de primero de guardería: si la gente tiene dinero compra y si no, pues no.
Sorprendentemente hay ministros de economía que siguen sin aceptarla mientras gritan “bajar salarios”, “bajar pensiones”, “quitar ayudas”, “subir el IVA”.
Alguien podría pensar sobre esto “pero si lo hacen, de algo servirá,¿no?”, o lo que es lo mismo “la gente que nos dirige tiene idea de lo que está haciendo,¿verdad?”.

Y ahí volvemos a la crisis del año 29 cuando, cuando con el mercado hundiéndose como unos pocos años antes lo había hecho el Titanic una figura con una forma de pensar razonable agarró a quien tenía que agarrar por el cuello y dijo bien claro que, o tomaban una serie de medidas drásticas o el capitalismo moría como una ballena en la playa. Ese fué Keynes.
Y así Roosevelt puso en marcha la serie de políticas económicas llamadas la “New Deal” que propuso el economista Keynes y que se dividían en cuatro grandes grupos: las políticas sociales, las financieras, las agrícolas y las industriales.

Como política social se crearon medidas de protección al pueblo, precisamente para asegurarse de que su estatus se mantenía o incluso subía y así no perder ritmo de compra sumado a una gran inversión en obra pública que creó puestos de trabajo.
Como medidas industriales se promovieron mayormente dos (agarraos todos a la silla): salarios más altos y menos horas de trabajo, lo que hacía posible contratar a más gente.
Las medidas agrícolas consistieron en pagar sueldos a agricultores para que dejaran de producir y que de ese modo los mercados no se saturasen (un poco lo que se hace ahora, solo que en vez de darle la ayuda a Cayetana de Alba y que los trabajadores se las apañen, esas ayudas se daban directamente a los campesinos).
Y las últimas políticas, las financieras, fueron devaluar la moneda para facilitar la exportación e intervenir los bancos.
Todo eso junto con medidas de apoyo a indigentes por sistema público, impuestos sobre el alcohol, etc...
A día de hoy mucha gente sigue negando que estas políticas tuvieran eficacia real sobre el terreno económico (sorprendentemente la gran mayoría gente de derechas) pero lo que nadie puede negar es el gran alivio y la mejora social que supusieron.

Ahora viajemos en el tiempo unos años al futuro, concretamente al principio de los años 70 para darnos de narices con otro de los grandes dragones históricos, nacido cuando la organización de países árabes junto con Egipto, Túnez, Siria y el golfo pérsico decidieron no vender petróleo a quienes habían apoyado a Israel en la guerra del Yom Kippur, en una de las pataletas más grandes de la história de la política.
Y en esa atmósfera surge la figura de la llamada “dama de hierro”, Margaret Thatcher quien, ignorando todas las políticas del estado de bienestar de Keynes adoptó lo que hoy en día ya se conoce como “neoliberalismo”: se privatizó, se recortó en gasto social, se redujeron salarios, empeoraron las condiciones de trabajo, los sindicatos perdieron toda su fuerza...¿os suena?

Y aquí viene cuando alguien piensa “pero los británicos salieron de aquella crisis; algo de eso debió funcionar o ayudar, ¿no?”
No.
Así de claro.
Lo único que las políticas de la dama de hierro crearon fue más inseguridad, más pobreza, peores condiciones laborales, peores servicios públicos, y peor calidad de vida.
¿Que les sacó de la crisis?
La globalización.
Trasladar las empresas al gran dragón asiático para así abaratar costes de producción, creando productos lo bastante baratos como para que la gente que conservaba el empleo pudiese comprarlos reactivando así la economía.

La globalización nos salvó entre mediados de los 70 y principios de los 90 y en la actualidad, con una crisis peor, global a la que están alimentando con neoliberalismo como quien echa carbón a una caldera yo me pregunto: después ¿qué?
El cartucho de la globalización ya está quemado, no hay más.
¿Y ahora qué hacemos?
No paro de oír a Merkel, el FMI, y a cualquier político diciendo “España (o portugal, o Francia, o quién sea) tiene que ser competitiva”.
Ser competitivo en la neolengua significa producir mucho para poder exportar pero que el país en si gaste poco.
Dices, muy bien: juguemos a este juego.

España debe ser competitiva, debe fabricar para vender en el extranjero e importar poco.
Alemania debe ser competitiva, debe fabricar para vender en el extranjero e importar poco.
Italia debe ser competitiva, debe fabricar para vender en el extranjero e importar poco.
Francia debe ser competitiva, debe fabricar para vender en el extranjero e importar poco.

¿Alguien ve ya a donde me estoy dirigiendo o tengo que seguir con la lista?

Si un país para ser “competitivo” debe “fabricar-exportar-no importar” y todos los países hacen lo mismo (porque se pide a todos los países que sean competitivos) ¿a quien diablos vendemos? porque a los extraterrestres no nos los hemos encontrado aún.
De modo que, ¿cuando todos los estados se pongan a producir y traten de vender y nadie compre, que pasará?
Que el capitalismo llegará a su punto más alto; hasta China abrazará el gran sistema occidental y entonces ¿que?
El capitalismo morirá de éxito.
Porque en el momento en que todo el mercado se sature y ya no haya un nuevo continente al que vender o exportar el capitalismo no podrá “reinventarse”, como dicen algunos.
Capitalismo és capitalismo. No hay otra cara, no hay suavidad.
Capitalismo es el “yo” sobre cualquier otro. No existe reinvención, ni “otra lectura”.
Y el capitalismo está muriendo porque todo el mundo quiere formar parte de él y “ser competitivo”.
Muriendo de éxito.
Y tal vez hoy nuestra banda sonora sea una obligada “rescue me” pero cuando llegue el día en que pidamos cuentas a quienes han gestionado todo esto y se han enriquecido a costa de tantas empresas cerradas y tanta gente hundida en la miseria tal vez sea la voz de la dulce Nina Simone quien les pregunte “¿Hacia donde vas a correr, pecador?, debes estar rezando, en ese día”.


sinnerman